Del testimonio de Rule, surgen nuevos nombres de víctimas con los que tuvo contacto o conocimiento, así como el nombre de otros represores. Entre otros, se destacan los de Fernando De Rosas, instructor de supervivencia de Aeronáutica, en el D2 a cargo de los interrogatorios bajo tortura; el ex comisario Rico del cual ya se tenían evidencias de su actividad represiva en el D2; el policía Escobar después partícipe del homicidio de Sebastián Bordón; así como la presencia de jueces como Carrizo en la U9 y muy probablemente por la coincidencia con declaración de Oyarzábal, de Miret, en los calabozos del D2. De toda la declaración se pidió y se ordenó compulsa para que la Fiscalía siga investigando.
La querella pidió la formación de una causa especial que se denomine D2 – en forma similar a la causa ESMA – para investigar las violaciones sistemáticas – 15 o 20 veces por día dicho por Rule – de las mujeres en el "palacio" policial, como parte del plan de aniquilamiento y torturas especialmente destinado a humillarlas, además del daño físico. Por esta especial y perversa perspectiva de género, se señaló con la misma cadena de responsabilidades a todos los represores acusados por los crímenes de lesa humanidad y a las violaciones sistemáticas a mujeres integrando el mismo carácter y calificación. Se señaló que no puede aplicarse aquí el principio de que se trata de un delito de instancia privada –que sólo se investiga por denuncia de la víctima – sino, como se dijo, especial instrumento del plan clandestino y criminal contra las mujeres. De aceptarse este criterio, sería el primer precedente en el país. Asimismo se solicitó prisión en cárcel común, lo que queda pendiente de resolución para el próximo martes 30.
La querella pidió la formación de una causa especial que se denomine D2 – en forma similar a la causa ESMA – para investigar las violaciones sistemáticas – 15 o 20 veces por día dicho por Rule – de las mujeres en el "palacio" policial, como parte del plan de aniquilamiento y torturas especialmente destinado a humillarlas, además del daño físico. Por esta especial y perversa perspectiva de género, se señaló con la misma cadena de responsabilidades a todos los represores acusados por los crímenes de lesa humanidad y a las violaciones sistemáticas a mujeres integrando el mismo carácter y calificación. Se señaló que no puede aplicarse aquí el principio de que se trata de un delito de instancia privada –que sólo se investiga por denuncia de la víctima – sino, como se dijo, especial instrumento del plan clandestino y criminal contra las mujeres. De aceptarse este criterio, sería el primer precedente en el país. Asimismo se solicitó prisión en cárcel común, lo que queda pendiente de resolución para el próximo martes 30.
El testimonio de Fernando Rule empezó diciendo que había sido militante de la organización montoneros en el frente sindical; que había sido especialmente maltratado por ser hijo de militar y que por su trabajo en la administración pública como proyectista, había hecho los planos del D2 vaya a saberse por qué llamado "palacio" policial. Lo que le permitió discutir el tamaño de los calabozos, donde no cabía una persona de tamaño normal acostado, sin luz ni ventilación. Como en la novela de un imaginativo escritor, en febrero de 1976 fue secuestrado y llevado a esos calabozos, donde comprobó que no habían modificado el tamaño como él había planteado. Terminó agradeciendo el respeto con el que fue escuchado por el Tribunal y diciéndole a los represores allí presentes – Furió, Yapur, Rodríguez, Smaha y Lucero – que no les deseaba ni a ellos ni a sus mujeres el trato que habían recibido él, sus compañeros y sus mujeres. Felicitado por su coraje al declarar, contestó por radio Universidad esta mañana, no soy valiente, es hora de no tener más miedo, ahora es el Estado el que escucha. Los fiscales, los abogados, toda una nueva generación para hacer justicia en Mendoza. El jueves al terminar su declaración había dicho, HOY ES UN BUEN DÍA Y ESTÁ MUY BIEN QUE LAS CHICAS USEN MINIFALDA !
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