martes, 1 de marzo de 2011

Audiencia del 1ero. de marzo

SAVONE Y ABALO TESTIGOS DE CONTEXTO


Antonio Savone secuestrado, detenido y expulsado del país durante la dictadura permaneció casi tres meses en el D2, confirmó datos proporcionados por otros testigos y rescató la entereza de sus compañeros para encarar el cautiverio. Ramón Abalo testigo y protagonista de la resistencia a las últimas dictaduras reveló la complicidad de los civiles.
Empresario metalúrgico y simpatizante del peronismo, Savone fue secuestrado el 14 de junio de 1976 y alojado en el D2 durante 112 días, según sus precisiones.  De allí fue trasladado a una celda de castigo en la Penitenciaría para otros 63 días en soledad.
Pasó por un  consejo de guerra pero el tribunal militar se declaró incompetente y giró su caso a la justicia federal. Por medio de la fiscalía, el testigo recién se enteró que cuando fue llevado a Tribunales, el 1ero de agosto de 1977, el juez Guzzo le había otorgado la libertad, sin embargo  permaneció detenido a Disposición del P.E.N. hasta noviembre de 1977 cuando fue expulsado a Italia.
Savone  presume que el motivo de su detención fue por fabricar una camioneta con doble techo encargada por amigos de Edesio Villegas, hoy Desaparecido.
De su paso por el D 2 recordó figuras denunciadas anteriormente; a través de su mirilla pudo observar las vejaciones sexuales a las que era sometida, permanentemente, Rosa Gómez.  Escuchó los lamentos de Jorge Vargas, hoy desaparecido y también ratificó el carácter de torturador del penitenciario Bonafede.
Además, exaltó los gestos de dignidad y la relación solidaria entre los presos políticos;  los casi seis meses de aislamiento le provocaron tanto o más sufrimiento que las golpizas,  de modo que  ya en la cárcel con “el calor humano de los otros prisioneros fue como empezar a vivir” aseguró



El “Negro” Abalo habló de las complicidades civiles
Ramón Abalo militó en distintas organizaciones de izquierda a lo largo de su generosa vida. Hoy es miembro de la Liga por los Derechos del Hombre y activo militante por la memoria y justicia encarada por los organismos de DD HH.  Extraídos de un libro de su autoría: “El terrorismo de Estado en Mendoza” proporcionó datos de la magnitud de la represión a nivel local
Hizo hincapié en el compromiso del Partido Demócrata con la Dictadura hasta el punto de entregar el gobierno a uno de los suyos: Bonifacio Cejuela, acompañado por otros miembros de esa corriente que aún hoy lucen en el candelero político. Destacó el patrocinio del empresariado al gobierno militar a través de la Unión Comercial e Industrial de Mendoza (UCIM) y la complicidad de la Iglesia que en su momento encubrió y permanece en la misma actitud a pesar de haber tenido  la oportunidad, a través de Mons. Rey, de revelar lo que mucho saben sobre los delitos cometidos;  sin embargo el prelado en su reciente testimonio optó por el silencio y el no recuerdo.
Fiel a su estilo el, “Negro Abalo” fue directo. Dedicó un espacio a sus colegas periodistas abocados a “buchonear” a quienes se oponían a los militares y proporcionó los nombres de quienes desde distintas funciones: académicas, políticas, eclesiásticas y empresariales aportaron al sostén de la Dictadura.

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