Análisis y conexiones sobre la sentencia en San Juan
15-07-2013 | El 4 de julio, el Tribunal
Oral Federal Nº 1 de San Juan sentenció a prisión perpetua a tres represores
de los siete imputados en el Juicio celebrado recientemente en la provincia,
tres aún están prófugos. El fallo contempla los delitos de lesa humanidad
conocidos ampliamente, y además condena por violación a algunos represores y a
otros por abuso deshonesto. Otra particularidad de la jornada constituyó la
arenga política de los sentenciados, que resulta novedosa en los estrados de
Cuyo pero está en sintonía con algunas intervenciones de quienes eran
oficiales jóvenes del Ejército en el momento de asumir, voluntariosamente, la
represión.
Peces por la boca, penas por violaciones
En el hall de
entrada del Rectorado de la Universidad Nacional de San Juan se pudo escuchar
el primer fallo en la región que pena los delitos contra la integridad sexual
de las personas. El dictamen se abrió aludiendo a los crímenes perpetrados por
Jorge Olivera, en los siguientes términos: “…imposición de tormentos agravados
por haber sido cometidos en su carácter de funcionario público y en perjuicio
de perseguidas políticas con violación agravada por el uso de las fuerzas o
intimidación y con el concurso de dos o más personas de dos hechos (54 CP y 144
TER, 119 y 122 CP, ley 11.179). Imposición de tormentos agravados por haber
sido cometidos en su carácter de funcionario público y en perjuicio de
perseguidas políticas con abuso deshonesto (144 TER, 127 CD) de cinco hechos...”.
De esta manera se empieza a nombrar la desnudez, el manoseo y los mil y un agravios
y humillaciones de connotación sexual a las que fueron sometidas las mujeres
detenidas en manos del Ejército y la Policía, vejámenes que también sufrieron
algunos hombres sobre los que pocos se animan a hablar.
A lo largo del
debate regido por los jueces Héctor Cortés, Raúl Fourcade y Alejandro Piña, los
imputados debieron responder, también, por violación de domicilio, privación
ilegítima de la libertad, tormentos, asociación ilícita, homicidio, contra 60
víctimas entre las que se encuentra el resonado caso de la modelo desaparecida
Marianne Erize y el asesinato de Alberto Carvajal en el Penal de Chimbas.
El Tribunal resolvió
de manera unánime la pena de prisión perpetua a los acusados Horacio Julio
Nieto, ex jefe de la Policía Federal, Jorge Antonio Olivera, oscuro oficial del
Ejército, y Osvaldo Benito Martel, también condenado por violación en similares
términos que su camarada. Asimismo, recibieron 25 años de prisión Juan
Francisco Del Torchio, Gustavo Ramón De Marchi y Daniel Gómez, por delitos que
incluyen el abuso deshonesto; mientras que Alejandro Manuel Lazo, resultó con
10 años de prisión. Están prófugos en esta megacausa el ex teniente
Carlos Malatto, exiliado en Italia, y los oficiales Eduardo Vic y el ex jefe de
la Policía de San Juan, Juan Carlos Coronel por quien se ofreció recompensa.
Como es de rigor, el
Tribunal antes de retirarse a deliberar para emitir sentencia, les ofreció la
palabra a los acusados por si tenían algo para agregar. Varios prefirieron hablar,
por un lado, para tomar distancia de los hechos que se les imputan y, por otro,
para lanzar una arenga política de distinto tono que transitó, según el
hablante, desde las expresiones de soberbia hasta la excusa de una pretendida
inconsciencia juvenil empapada en
lágrimas. Hizo la punta el cabecilla de patota del Ejército, ex mayor y
hoy abogado, Jorge Antonio Olivera; él buscó defenestrar a Jorge Rafael Videla,
a quien “lo hubiera fusilado”-dijo- por traidor y pronunció un discurso de
corte nacionalista de ultraderecha.
Sus rutas
Por su parte Jorgito,
participó del levantamiento carapintada de 1987 y fue apoderado del MODIN de
Aldo Rico, tiene experiencia en la arena política. En su condición de abogado
ofició de Defensor de Suárez Mason y tiene buenos contactos. Fue detenido en Italia
y gozó del patrocinio del abogado de la Logia P2, Sinagra, para quedar libre;
además, gracias a los buenos oficios de
sus amigos argentinos consiguió fraguar una partida de defunción de la
franco-argentina Marianne Erize, para eludir su imputación en el caso por su desaparición. Finalmente recuperó la libertad en Europa,
eludiendo el requerimiento de Francia. Volvió a la Argentina; otra orden de
captura lo mantuvo prófugo por un año
hasta que, portando documentación falsa, fue detenido en 2008. Evidentemente tiene selectos contactos.
A punto de recibir
la sentencia en esta megacausa de San Juan, Olivera se esmeró en negar su
participación en los hechos ventilados, pero admitió la existencia del aparato
represivo aunque, aseguró, él no tuvo nada que ver. Altanero, con palabras
altisonantes, reivindicó su condición de
miembro del Ejército y de paso elogió la gestión del gobierno provincial, sin
mencionar a Gioja. Una ruta de argumentación, tirando líneas de rescate hacia
el peronismo, ya escuchadas de boca de miembros de los Grupos de Tareas,
entonces jóvenes, que hoy deben rendir cuenta en otros juicios del país, tal el
caso de Ernesto Barreiro en Córdoba y
Braga en Jujuy. Reacomodamientos a tener en cuenta.
Ellos hicieron el
trabajo sucio cuando eran veinteañeros, pusieron la cara, se ocuparon con
esmero de masacrar a miles, mientras los altos mandos disfrutaban de los
privilegios del poder; hoy a la hora de la justicia, los Jefes sino están
muertos son octogenarios incapaces, mientras ellos reciben la cachetada de la condena social y les espera la cárcel común. Cosas de la vida…
Además, de nada vale
la excusa “éramos tan jóvenes” que se puede leer entre líneas en cada
exposición; la gente de bien sabe decir NO cuando es invitada al abuso y al
crimen. El problema no es la edad temprana, más bien es una cuestión de calidad
humana.
9 de Julio de 2013, Plaza San Martín, Ciudad de Mendoza: Cumpleaños 95 de Isabel Figueroa de De Marinis, la Mamá, a un año de su fallecimiento. |
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