Ningún
disparate
21-03-2013
La jornada previa a las sentencias fue ensuciada por los represores acusados,
aunque con distintos matices en su provocación. De los diez imputados, nueve se
negaron a ejercer su derecho a expresarse, a aportar algún dato relevante. El
mayor gesto de desafío lo propinó Fernando Morellato, quien recusó a los jueces
Juan González Macías y Antonio Burad, con la intención de postergar lo
impostergable.
El acusado Fernando Morellato Donna y su abogado Ariel Civit avanzaron una vez más en su procura de impunidad
respecto de los delitos de lesa humanidad por los cuales está siendo juzgado y volvió a atentar contra la imprescindible justicia para las víctimas,
familiares, organismos de Derechos Humanos y la sociedad mendocina. Cuando todo
estaba preparado para que los imputados hagan uso de su derecho a expresarse antes de las condenas, el expolicía de Motorizada y su defensor
sorprendieron al Tribunal, a las partes acusadoras y al público presente. Esta
vez se trató de una recusación presentada contra los dos integrantes mendocinos
del Tribunal: el Presidente Juan Antonio
González Macías y el magistrado Antonio
Burad. El motivo sería haber accedido al pedido preventivo que Fiscalía
impulsó junto con las querellas en la audiencia del 15 de marzo pasado, para
que los acusados sean puestos bajo vigilancia policial hasta el momento de la
sentencia, dados los lamentables antecedentes que la Provincia tiene en materia
de represores profugados, y las conductas amenazantes y escarmentadoras que
Morellato, su abogado y su entorno han mostrado a lo largo del debate.
Preopinar y vulnerar el principio de inocencia serían los fundamentos sobre los
cuales se apoya la denuncia de mal funcionamiento.
De este modo, la actual conformación del
Tribunal quedaría inhibida tanto para instrumentar la instancia previa al fallo
-es decir, la posibilidad de que Morellato diga sus palabras finales- como para
expedirse respecto a su sentencia hasta tanto no haya una resolución al
respecto de la Cámara Federal de Casación Penal, sita en Buenos
Aires. Dicha Cámara evaluará, para mañana mismo, el escenario planteado por la
defensa particular, ya que además del sentido dilatorio de la recusación a los
jueces, la estrategia -de ser aceptada- implicaría la nulidad de todo el proceso.
Forzado el escenario previsto, mañana se
conocerá la resolución de Casación a partir de las 9.00 horas y en caso de ser considerado
necesario, el nombramiento de un Tribunal ad hoc para que acoja la última
declaración de Morellato, entre los jueces provenientes de Buenos Aires, Alejandro Nocetti Achaval y Jorge Picarenco, más otro designado a
tales efectos por dicha Cámara. Aún con algún retraso, se estima que de todas
maneras la sentencia será dictada este viernes 22 de marzo al mediodía. Se trata de hacer justicia por miles de víctimas, tras décadas de impunidad y de estrategias
sucias que no borran las responsabilidades que a lo largo de las
investigaciones y del presente proceso señalan inexorablemente los crímenes que
a los genocidas se les atribuye.
La posibilidad de romper el pacto de
silencio tampoco fue honrada por los colegas militares y policías de Morellato.
Una vez más callaron. De los acusados presentes en la sala fue el exjefe del
D2, Aldo Patrocinio Bruno, quien dio
el puntal: “No tengo la necesidad”, dijo ante la consulta de González Macías. Similar
negativa expresó su predecesor en el “cargo”, Ricardo Miranda Genaro. Conservaron el silencio vía teleconferencia
los otros siete acusados: Dardo Migno y
Alsides París Francisca desde Rosario;
los militares Paulino Enrique Furió y
Ramón Ángel Puebla desde Comodoro Py; y desde un piso superior al de la
sala, en el espacio destinado por la Cámara Federal de Apelaciones a los
represores con cuidados de salud, hicieron lo suyo Armando Fernández Miranda, Juan
Agustín Oyarzábal y Juan Garibotte.
Justamente
un memorial
Mientras el Memorial
por las desaparecidas y desaparecidos de Mendoza -ubicado frente a Tribunales
Federales y atacado durante el transcurso del debate en 2012- terminaba de ser reparado y alistado para el día de la sentencia, la nueva estrategia
dilatoria de Morellato provocó la indignación de quienes luchan y han luchado
años por justicia. No casualmente, referentes de los Organismos de Derechos Humanos tuvieron una entrevista el día
anterior con el Juez Federal de Mendoza,
Walter Bento.
Friso homenaje a detenidos desaparecidos frente a Tribunales Federales |
El memorial ha sido reparado; los
testimonios significaron dolor, también verdad y esperanza; el funcionamiento
del Tribunal, del Ministerio Público y de las partes querellantes ha sido
concienzudo y profundo. La nueva burla perpetrada por un expolicía acusado de
secuestrar y torturar personas es una ofensa y un disparate. Con
probados antecedentes, el pedido de custodia vigilada para los acusados
libres, motivo de la recusación pedida por Morellato, es de lo más acertado. Ahora, como en otros
ejemplos y ámbitos de la justicia en todo el país, se depende de una instancia
superior.
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